Hernán Cortés tenía razón.

Cuando llego al valle de México no mintió en decir que todo era oro, la foto es de un panteón que esta sobre la carretera libre Oaxtapec – México.

En el recorrido también nos encontramos la guarida de varios soldados en formación recibiendo adiestramiento.

Al final podemos apreciar uno de los mejores atardeceres de la ciudad más contaminada del mundo (aja).



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